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Hoy en día, cada vez son más los hogares que deciden enseñar a sus hijos dos lenguas desde bien pequeños y así conseguir que sus hijos sean bilingües. Es un proceso que necesita tiempo y constancia, pero los resultados pueden ser excepcionales.
Hoy en día, poseer idiomas es uno de los requisitos indispensables para tener una excelente vida laboral, por lo que si desde bien pequeños nos esforzamos en que nuestros hijos consigan este objetivo, vamos a conseguir ponérselo más fácil en la vida. Esta situación puede ocurrir porque los padres eligen este tipo de educación para sus hijos o porque poseen diferentes lenguas maternas.
La definición de niño bilingüe es aquél que entiende y puede hablar dos lenguas. Tomar esta decisión puede ser muy ventajosa, a la vez que necesita de mucha dedicación y esfuerzo, ya que es importante para el desarrollo cognitivo del niño. Ayuda a los bebés a estimular su cerebro y que sean más flexibles.
Lo recomendable es empezar a hablar las dos lenguas desde el nacimiento para que el niño se familiarice lo antes posible. Es necesario que el niño oiga las diferentes lenguas, se adapte a ellas en las diferentes situaciones diarias y aprenda a utilizarlas. De esta manera conseguiremos que el proceso de aprendizaje sea fácil y de manera natural.
Elegir este tipo de educación sólo aporta ventajas si son introducidas desde el nacimiento del bebé.
Su proceso de aprendizaje, de empezar a decir sus primeras palabras, de empezar a hablar etc. son similares a los niños que solo aprenden una única lengua. El riesgo de que aparezcan problemas en el desarrollo del lenguaje es mínimo.
Algunas de las recomendaciones a seguir para aprender las dos lenguas son las siguientes:
Decidir quién va a hablar cada idioma en casa.
Viajar a los países donde se practiquen las lenguas aprendidas.
¡Os animamos a pensar en esta opción para la educación de vuestros hijos!