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Según los psicólogos es recomendable que los niños se acostumbren a dormir en su habitación, ya que esto potencia su desarrollo emocional.
El momento de irse a dormir representa para los niños decir adiós a todo lo que les gusta como la compañía de sus padres, los juguetes, disfrutar de los juegos con los hermanos etc. y como es normal, esto no les gusta. Para los padres, también esto supone una separación, y muchos se sienten culpables por no haber pasado suficiente tiempo durante el día con ellos.
Ambos sentimientos, por ambas partes, tienen un final muy común. Con los niños dentro de la cama de papá y mamá. Si ven que el niño protesta por no querer acostarse o que insiste en dormir con ellos, el sentimiento de culpa que les invade les lleva a dejarle dormir a su lado. Además, a ellos también les resulta gratificante poder disfrutar de ese rato de cercanía física con su pequeño. Esta sería una ventaja inmediata, pero este comportamiento trae gran cantidad de desventajas.
Desventajas de dormir en la cama de los papás
Falta de espacio. Esto provoca incomodidad y dificulta el sueño a todos.
Aumenta la dependencia de los niños hacia los padres.
Otro tema es realizar algunas excepciones, siempre y cuando el niño comprenda que le permitimos dormir en la cama grande con nosotros por “ese” motivo especial.
Si el pequeño está enfermo, y permitimos que duerma con nosotros, debemos cambiarlo a su cuarto inmediatamente se ponga bueno, diciéndole con alegría que ya puede dormir solo.
Para conseguir que nuestros hijos sean autónomos a la hora de dormir, debemos seguir las pautas y rutinas recomendadas en anteriores posts, si llora durante la noche debemos calmarle pero desde su cama etc.
En definitiva, ten en cuenta que la cama de los padres es un lugar genial para compartir momentos muy agradables en familia, desayunando, jugando, cantando, haciendo “gimnasia” o viendo cuentos, pero no durmiendo.