Dificultades para dormir bien
Los bebés, sobretodo en el primer año de vida, se despiertan frecuentemente durante la noche por diferentes motivos, pero la mayoría de ellos vuelven a dormirse. Otros no consiguen conciliar el sueño hasta que no cuentan con la ayuda de sus padres, por lo que llaman su atención mediante lloros. Este comportamiento se debe a diferentes causas, como podrían ser diferentes trastornos del sueño.
Generalmente, los bebés suelen despertarse durante la noche porque no están cómodos, tanto por la cuna, como por la ropa que lleva, la dentición, que tenga calor/frío, le molesten algunos ruidos, le de miedo la oscuridad etc.
Otro motivo por el que se despiertan los bebes durante la noche, no duerman bien o no sepan conciliar el sueño solos es principalmente por malos hábitos y costumbres. Para conseguir dormir bien, hay que aprender, y esto es responsabilidad de los padres. A continuación enumeramos algunas de las causas que impiden que los niños no duerman bien a causa de malos hábitos:
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Alimentarse de manera frecuente durante el día. Muchas madres utilizan la alimentación a demanda y piensan que cada vez que su hijo llora deben alimentarlo. De esta manera, el organismo se acostumbra a ingerir alimento constantemente durante el día y por la noche lo necesita de igual manera. Muchos de estos niños piden comer durante la noche sólo por acercarse al calor del pecho, a la seguridad materna y a ser cogidos en brazos.
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Alimentar al bebé para dormir. Si justo antes de dormir le damos el pecho o el biberón a nuestro hijo, este asociará la alimentación con dormir, y por tanto, cada vez que se despierte durante la noche necesitará alimentarse.
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Dormir en brazos al pequeño. Acunarle como parte de la rutina para dormir está muy bien, siempre y cuando no esperemos a que se duerma, ya que de esta manera asocian los brazos de mamá y papá con el sueño, pero no la cuna.
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Entretenerle durante la noche. Si el bebé se despierta y llora durante la noche y eso conlleva conseguir la atención de los papas, como pasearle, acunarle, jugar con el… el bebé se hace dependiente de esta ayuda para volver a dormirse.
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Miedo a la separación de los padres. Este problema aparece entre los 6 meses y los 2 años. Los signos que demuestran este problema es que durante el día, cuando el niño pierde de vista a su madre o se queda con otra persona, pe pone a llorar, pero esto se agrava en el momento de ir a dormir o durante la noche.
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Dormir demasiado durante el día. Dedicar demasiadas horas a dormir durante el día provoca que durante la noche el bebé no concilie el sueño. Hay veces que los bebés cambian el día por la noche, por lo que debemos intentar que esto cambie.
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Dormir en la misma habitación. Algunos bebés se mueven mientras duermen y, si los padres tienen el sueño ligero, responden a estos ruidos ofreciéndoles atención. Por tanto, el bebé sabe que de esta manera recibirá la atención de los padres. Dormir en la cama con mamá y papá dificulta la situación.
La mecánica general es que los menores de dos meses se pueden despertar dos veces por la noche para mamar. A los tres meses, la mayoría todavía necesita una toma en medio de la noche. Y a los cuatro meses, el 90 por ciento de los bebés puede dormir durante 8 horas seguidas sin alimentación.
Cuanto mayor es el niño más difícil es cambiar el hábito. Los mayores de un año se resisten con fuerza a cualquier cambio y pueden llorar durante horas. Sin normas y rutinas, estos niños no comenzarán a dormir durante toda la noche hasta los tres o cuatro años, cuando su jornada diaria es más intensa y, finalmente, les cansa.