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En este post queremos ayudaros a conocer las pautas y recomendaciones a seguir a la hora de lavar cada una de las partes del bebé, ya que se requieren unos cuidados determinados para asegurar una higiene correcta y segura.
La cara
Para lavarla cara de nuestro pequeño es recomendable utilizar una toalla suave de algodón para ayudarnos a limpiar su boca, nariz y mejillas. Hay que prestar especial atención a la limpieza de la parte posterior de las orejas y a los pliegues que se hacen en el cuello. También es recomendable lavar los ojos con una gasa empapada en agua o suero fisiológico. Muy importante secar bien los oídos para así evitar posibles otitis. No utilizar nunca jabón.
El pelo
Es muy importante envolver a tu hijo en una toalla para mantener el calor de su cuerpo. Recomendamos colocar el brazo bajo la espalda y la mano en la base del cuello, sosteniéndole la cabeza. Con la mano que queda libre podemos mojarle la cabeza y aplicar un champú especial para niños y que no irrite los ojos en caso de contacto. Masajear suavemente su cabecita y enjuagar sin dejar restos de jabón.
El cuerpo
Se recomienda utilizar un jabón específico para niños. Es importante empezar a lavar su cuerpo por el cuello siguiendo con los brazos, las manitas, la cintura, las piernas y los pies. Es aconsejable dejar los genitales y el culito para el final. Primero límpiale por delante y luego por detrás, con mucho cuidado al cambiarle de posición porque un bebé mojado es muy resbaladizo. Presta especial atención a las zonas con pliegues de la piel como las axilas, la parte posterior de las rodillas, entre los dedos de las manos y los pies, etc. porque es donde se suele acumular más suciedad. Aclarar bien con agua, sin que queden restos de jabón y después secar con suavidad los pliegues de la piel. Es importante que el bebé esté bien seco, ya que si se queda húmedo puede tener irritaciones cutáneas. Después de estar bien seco, se aconseja hidratar la piel del bebé y masajearlo, para que se relaje lo máximo posible.
La zona del pañal
Se recomienda cambiar los pañales con frecuencia y lavar el área del pañal con agua y jabón. También se pueden utilizar toallitas para bebés y una crema hidratante para evitar rozaduras provocadas por el pañal.
El cordón umbilical
Las enfermeras, matronas y pediatras recomiendan limpiar el cordón con una gasa estéril empapada en una solución antiséptica o con agua y jabón.